Escrito por Fran Martínez Cecilia. Fisioterapeuta ADIS

Este post está pensado para todas esas personas que cuidan de otra. Para poder cuidar primero te tienes que cuidar a ti mismo!!!

Nuestra sociedad está teniendo que afrontar el cuidado de un elevado número de personas dependientes, es decir, de “personas que por razones ligadas a la falta o la pérdida de capacidad física, psíquica o intelectual tienen necesidad de una asistencia o ayuda importante en la realización de sus actividades de la vida diaria”

Pondremos la EDAD (Encuesta de Discapacidad, Autonomía personal y situaciones de Dependencia) de 2008 debido a que el Instituto Nacional de Estadística (INE) no actualiza estos datos desde esa fecha.

“En ese estudio, que se publicó en 2008, con cifras de 2007. En aquel momento, había en España más de 3,8 millones de hombres y mujeres con discapacidad que suponían casi el 9% de la población.”

Una reciente noticia indica lo siguiente:

“El Instituto Nacional de Estadística (INE) tiene previsto publicar en 2021 una nueva encuesta ‘Discapacidad, Autonomía Personas y situaciones de Dependencia’, para actualizar los datos sobre personas con discapacidad en España.

En la actualidad (septiembre de 2021) aún no se ha publicado dicha encuesta por parte de este organismo público.

Se denominan cuidadores/as informales a las personas que realizan la tarea de cuidado de personas enfermas, discapacitadas o ancianas que no pueden valerse por sí mismas para la realización de actividades de la vida diaria: aseo, alimentación, movilidad, vestirse, administración de tratamientos o acudir a los servicios de salud, entre otras.

Otros términos, con los que suele aludirse a la misma actividad de cuidado de los/as otros/as, son cuidadores/as familiares; a diferencia de cuidadores/as profesionales externos y cuidadores/as principales; quien asume la responsabilidad principal.

El/la cuidador/a principal informal, es aquella persona encargada de ayudar en las necesidades básicas instrumentales de la vida diaria del/la paciente, durante la mayor parte del día, sin recibir retribución económica por ello, contribuyendo a que la persona dependiente se mantenga en su entorno social. Este tipo de personas están expuestas a padecer una gran sobrecarga.

A efectos reales, sigue siendo la familia, sin haber manifestado explícitamente su deseo de hacerlo, la encargada principal de los cuidados, la que mayores recursos de salud aporta a la dependencia y la que asume la responsabilidad del mantenimiento y el desarrollo del dependiente que reside en el hogar.

Aunque se hace referencia al global de la familia, como la principal encargada de proporcionar los cuidados, se debe tener en cuenta la implicación de cada uno de los miembros de la misma. De forma natural, siempre suele asumir el rol de cuidador/a principal un miembro de la familia, el/la cual sufre las consecuencias más peyorativas de esta labor.

El rol de cuidador/a se caracteriza por una limitación de intereses (no tener tiempo de cuidarse o para sí mismo/a) que se une, en muchos casos, al rol de ama de casa. Así, sus efectos desfavorables para la salud y la calidad de vida de estas personas se potencian, haciendo necesaria la implicación de profesionales.

La responsabilidad del cuidado de las personas con discapacidad es asumida tradicionalmente y casi en su totalidad por mujeres, principalmente familiares.

(Agencia de Cooperación Internacional de Japón, Consejo Nacional de Rehabilitación y Educación Especial, 2006).
 

Si observamos los datos del siguiente estudio, vemos lo siguiente:

(PROGRAMA DE INTERVENCIÓN FISIOTERAPÉUTICA PARA LA MEJORA DEL ESTRÉS Y LA CALIDAD DE VIDA EN CUIDADORES DE PERSONAS CON DISCAPACIDAD, Beatriz Alonso-Cortés Fradejas – 2015.)

El resumen del análisis de dichas características presenta la figura de un/a cuidador/a informal, mayoritariamente de sexo femenino (86.1 %), con una edad media de 58.55 años, que es hija (54.8 %) o cónyuge (32.3 %) del familiar receptor de los cuidados y que tiene un cierto nivel educativo (estudios de segundo grado en 52.8 % de los casos).

El cuidado informal de personas con alguna enfermedad o discapacidad, no ha sido valorado como actividad laboral, ni tampoco como una situación que puede producir un riesgo significativo para la salud. De tal suerte que no existen evidencias claras de las demandas de atención especializada por parte de este tipo de cuidadores/as hacia las instituciones sociales o de salud.

Adicional a las condiciones asociadas al género y la desatención de esta población, varios estudios hacen referencia a las consecuencias negativas de proveer atención informal a personas con condiciones neurológicas, entre las cuales destacan las demandas físicas, producto de la asistencia en actividades básicas e instrumentales de la vida diaria, y la presencia de compromiso cognitivo o psicológico, produciendo altos niveles de sobrecarga y angustia en los/as cuidadores/as (Mitchell et al., 2015).

Además, ser responsable del cuidado puede demandar una gran cantidad de tiempo y dedicación, por lo que las condiciones requeridas para disfrutar de actividades recreativas y de esparcimiento son reducidas (Islas y Castillejos, 2016).

(Chamorro, Argoty, Córdoba, López y López, 2009)

El trabajo físico demandado cotidianamente como la necesidad de manipular el peso de la persona al cuidado, la mayoría de las veces sin ayuda, se ha relacionado con la aparición de lesiones y/o alteraciones musculo-esqueléticas con preponderancia en la columna vertebral (Chamorro, Argoty, Córdoba, López y López, 2009). Se ha reportado que el manejo inapropiado del peso por parte del cuidador y/o de la cuidadora puede producir lesiones en los discos intervertebrales, hernias, fisuras, contracturas musculares, rupturas fibrilares, calambres musculares por sobreesfuerzo, artrosis de articulaciones intervertebrales, pinzamiento de raíces nerviosas, entre otros (Díaz, 2010).

Entre los resultados de varios estudios a los que se ha podido acceder, se ha encontrado los siguientes datos.

(Riesgo de alteraciones músculo-esqueléticas en cuidadores informales de personas con parálisis cerebral Díaz, 2010)

“Se presentan los datos de 73 mujeres cuidadoras. Con un rango de edad entre 23 y 61 anos, el 65% de las participantes tuvo edad igual o menor a 40 anos. El 32% contaba con escolaridad mayor o igual a secundaria completa. Más de la mitad presento al menos un antecedente patológico personal, en su mayoría de tipo crónico (56%). El 20% de las participantes presentaba hipertensión arterial y un 15% dislipidemias. El 44% refirió no tomar medicamentos. Con respecto a estilos de vida, el 62% presentaba alguna alteración en el patrón del sueño; en un 50% de los casos lo atribuyeron a las labores de cuidado. El 60% refirió presentar un nivel de estrés elevado (≥7 en una escala de 1 a 10).

El 28% señaló que realizaba algún tipo de ejercicio físico (caminar o aeróbicos). De esas personas, la mayoría refirió que realizaba ejercicio solo una vez por semana (aprox. 60 minutos por sesión). Respecto a la condición de salud en relación a la presencia de alteraciones musculo-esqueléticas, el dolor lumbar, sacro y dorsal (53%, 43% y 25%, respectivamente) fueron los más frecuentes.

Las principales causas de dolor asociadas a las alteraciones musculo-esqueléticas fueron asociadas a la labor de cuidado (78%) y domesticas (26%).

Los principales factores de riesgo que presentan las personas cuidadoras para padecer las alteraciones musculo-esqueléticas analizadas fueron la falta de ejercicio y las malas posturas durante la realización de actividades como el baño, el cambio de panal y la vestimenta.”


Riesgo de alteraciones músculo-esqueléticas en cuidadores informales de personas con parálisis cerebral ( https://webcache.googleusercontent.com/search?q=cache:KP9EIm7BB60J:https://www.redalyc.org/pdf/2351/235152045015.pdf+&cd=2&hl=es&ct=clnk&gl=es )

En la esfera social, la prestación de cuidados continuados está relacionada con la realización de menos conductas de autocuidado y la implicación en comportamientos menos saludables, como no dormir lo suficiente, alimentarse de forma inadecuada o realizar escaso ejercicio físico (Fuller-Jonap y Haley, 1995; Gallant y Connell, 1997; Webber, Fox y Burnette, 1994), un aumento del aislamiento (Jones y Peters, 1992; Mateo Rodríguez et al., 2000), mayor frecuencia de utilización de servicios médicos (Draper, Poulos, Cole, Poulos y Ehrlich, 1992; Kielcolt-Glaser, Dura, Speicher, Trask y Glaser, 1991) y un empeoramiento de la situación económica (Mateo Rodríguez et al., 2000).

A nivel físico, los/as cuidadores y cuidadoras suelen referir problemas de sueño, molestias digestivas, estreñimiento y diarreas, sensación de cansancio/agotamiento y de dolor relacionado con la existencia de contracturas musculares, algias musculares inespecíficas, lumbalgias y/o ciáticas, cervicalgias, calambres o fibromialgia (Baumgarten et al., 1992; Haley, Levine, Brown, Berry y Hughes, 1987; Schulz, O’Brien, Bookwala y Fleissner, 1995)

Las intervenciones de fisioterapia pueden ayudar a controlar y modificar de forma significativa muchas de las progresivas pérdidas de la condición de salud de los/as individuos/as y/o la aparición de deficiencias.

En relación al contexto en el que se sucede la vida de los/as cuidadores y cuidadoras informales (estrés continuado, edad adulta, sedentarismo, etc.), hemos querido destacar dos problemáticas en las que confluyen interacciones psico-físicas, el aumento de la tensión muscular y las alteraciones de alineación postural, sobre los que las estrategias de autocuidados pueden actuar, controlando o retrasando su evolución hacia procesos más incapacitantes.

AUMENTO DE LA TENSIÓN MUSCULAR

Es bien conocido por todos/as que la tensión nerviosa o ansiedad, además de ser causa de un exceso de actividad del sistema nervioso, está estrechamente vinculada a la tensión muscular.

En esa tensión muscular residual, que está relacionada con predisposiciones genéticas, cambios compensadores, lesiones y sobrecargas ocupacionales físicas y también con aspectos psíquico-emocionales, los músculos se mantienen habitualmente con un aumento de la actividad debido a la tensión nerviosa y están en un continuo estado de alteración, preparados para pasar a la acción.

Por ello, aliviar la tensión muscular puede ser una herramienta muy poderosa, no solo de relajación o manejo del estrés, sino para el control/mejora de determinadas deficiencias, como la sensación de dolor o la pérdida de flexibilidad.

ALTERACIÓN DE LA POSTURA

El mantenimiento de una postura en la que se altere el alineamiento postural óptimo de los segmentos y articulaciones puede provocar, a largo plazo, deficiencias en diferentes sistemas corporales, especialmente en el sistema músculoesquelético (por ej., estructurales, como el desgaste articular), las cuales pueden llegar a producir limitaciones en la actividad y, en muchos casos, considerables restricciones en la participación del individuo/a (Daza Lesmes y Torres Narváez, 2007)

PROMOCIÓN DE LA SALUD

La promoción de la salud es un concepto complejo y bastante discutido ya que está basado en la condición de salud, algo que es, en sí  mismo, multidimensional y abierto a diversas interpretaciones (Terris, 1980; Salleras Sanmartí, 1985; Organización Mundial de la Salud, 1986).

Entre lo que mantienen en común muchas definiciones, estaría el desplazar la atención desde el/la profesional sanitario/a hacia el/la paciente/cliente/a y el enfatizar la necesidad de capacitarlo/a para que tenga más opciones y control sobre los aspectos de su vida que afecten a su salud.

EMPODERAMIENTO DE LAS PERSONAS DESDE LA PROMOCIÓN DE LA SALUD

La OMS define el empoderamiento como el proceso a través del cual las personas ganan un mayor control sobre las decisiones y acciones que afectan a su salud y lo identifica como una de las cinco prioridades hacia las que debe encaminar la promoción de la salud en el siglo XXI, postuladas en la Declaración de Yakarta (Organización Mundial de la Salud, 1997b).

ADIS es una asociación que trabaja por y para la diversidad funcional. Por ello, se ha elaborado este documento, con el que queremos acercarnos, también, un poco más a todas esas personas que en su día a día, están cercanos de una forma u otra a personas con diversidad funcional. Queremos también cuidar al cuidador/a.

A continuación, y para poder ser más conscientes de vuestro cuerpo pudiendo así ayudaros también a que entendáis mejor los ejercicios, os vamos a explicar una serie de conceptos.

  • Control Postural:

El control postural es la base de todas nuestras actividades motoras.

Es la capacidad del cuerpo de mantener una alineación correcta del centro de gravedad dentro del eje corporal, de manera que todas las articulaciones y segmentos del cuerpo trabajen de forma óptima y global, coordinando las distintas tensiones musculares para equilibrar la postura y eliminar los acortamientos del tejido que se derivan del desequilibrio postural.

Por ello, vamos a daros una serie de consejos para poder mantener un buen control postural.

-Levantar peso siempre con las piernas y no con la espalda.

-Pies siempre firmes y separados.

-Regular la altura de la cama para que el brazo y antebrazo trabajen en la posición de confort.

-No debemos girar o inclinar el tronco mientras levantamos peso.

-El peso se mantendrán lo más cerca posible del cuerpo y a la altura del pecho.

-Cuando la persona sea pesada se pedirá ayuda.

-Siempre es preferible empujar que arrastrar.

-La ejecución deberá de ser lenta y planeada, nada de realizar gestos bruscos queriendo aprovechar la inercia del cuerpo.

A continuación os ponemos una tabla de pesos. En ella se puede ver cuánto es el máximo que se puede levantar según la posición en el espacio.

  • Ejercicios de Estiramientos:

Los estiramientos musculares son técnicas que se emplean con la finalidad de conseguir la elongación o aumento de la longitud de las fibras musculares y además liberar las tensiones o las cargas que el músculo presente. Los estiramientos musculares contribuyen para que el músculo gane o recupere mayor flexibilidad o elasticidad y mejorar la movilidad de las articulaciones, características importantes para prevenir lesiones. 

Existen varios tipos de estiramientos: estiramientos dinámicos, estiramientos estáticos, estiramientos pasivo y/o estiramientos activos. Nosotros nos centraremos en los estiramientos pasivos. Queremos ayudaros a relajar la musculatura.

Es fundamental que la técnica se ejecute adecuadamente, ya que de lo contrario, en vez de un bien, terminemos haciendo un mal. Por lo tanto, para la realización de los estiramientos, tomaremos en cuenta los siguientes aspectos:

Un estiramiento NO debe doler.

Es importante tomar en cuenta este aspecto, ya que en ciertas ocasiones y de manera errónea, se asocia el dolor a que la técnica se está ejecutando correctamente. El estiramiento debe realizarse hasta el punto de sentir la tensión o la tirantez del músculo, pero sin que esto genere dolor.  Llegar al punto de tensión sin dolor.

El estiramiento NO es un vaivén

Es importante, una vez alcanzado el límite de estiramiento muscular, recordamos lo anterior de que no genera dolor, mantener la posición durante unos segundos. Mantener posición en la zona máxima de tensión.

Los estiramientos varían en su duración

Cuando la finalidad es relajar y descargar los músculos, los estiramientos musculares serán mantenidos en el tiempo. Por lo tanto cada estiramiento durará no menos de 30 segundos  y como máximo pondremos unos 45 segundos. De 30 a 45 segundos. Cada estiramiento se realizará hasta 3 veces.

Os dejamos a continuación una tabla de estiramientos. Es aconsejable, para que surtan efecto, hacerlas mínimo 1 / 2 veces al día.

Estiramientos de miembro superior (brazos)
Estiramientos de miembro inferior (piernas)

Estiramiento de tronco y cabeza/cuello.

Mientras que la tabla de fortalecimiento debería de ser aconsejable mínimo 3 veces a la semana.

Además os añadimos una serie de enlaces que llevan a manuales que se han ido publicando.

MOVILIZACIÓN MANUAL DE PACIENTES

https://sanidad.castillalamancha.es/sites/sescam.castillalamancha.es/files/documentos/pdf/20131015/12_-_normas_de_trabajo_seguro_-_movilizacion_de_pacientes.pdf

RIESGOS Y MEDIDAS ERGONÓMICAS EN LA MOVILIZACIÓN DE PERSONAS

https://www.carm.es/web/Blob?ARCHIVO=FD68.pdf&TABLA=ARCHIVOS&CAMPOCLAVE=IDARCHIVO&VALORCLAVE=76015&CAMPOIMAGEN=ARCHIVO&IDTIPO=60&RASTRO=c740$m6061

MOVILIZACION MANUAL DEPACIENTES:

http://www.hospitalregionaldemalaga.es/LinkClick.aspx?fileticket=IB6kt7woCqs%3D&tabid=623

Técnicas de movilización manual de pacientes paraprevenir los trastornos musculoesqueléticos en elsector de la atención sanitaria

https://osha.europa.eu/es/publications/e-fact-28-patient-handling-techniques-prevent-msds-health-care.

Técnicas de movilización de pacientes para la prevención de lesiones dorsolumbares

http://ciapat.org/biblioteca/pdf/855-Tecnicas_de_movilizacion_de_pacientes_para_la_prevencion_de_lesiones_dorsolumbares.pdf

Por Adis

ADIS centra en el programa de desarrollo personal e inserción social para niños/niñas, jóvenes y adultos con diversidad funcional, donde se incluyen los servicios de respiro familiar, ocio y tiempo libre, centro de día, programa formativo de cualificación básica, valoración, orientación y asesoramiento familiar y un conjunto de actividades terapéuticas que abarcan fisioterapia, hidroterapia, logopedia, psicología, estimulación cognitiva y el refuerzo educativo.

12 comentarios en «Cuidando al cuidador/a»
  1. whoah this blog is wonderful i really like reading your articles. Keep up the great paintings! You realize, a lot of people are hunting round for this info, you could help them greatly.

  2. whoah this blog is wonderful i really like reading your articles. Keep up the great paintings! You realize, a lot of people are hunting round for this info, you could help them greatly.

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *